Esto no va a ser una crónica de lo sucedido en The Motherfucking Sherry Fest.

Teníamos pensado hacer una crónica de la noche del sábado 7 de Noviembre pero quizá, hacer una crónica no sea lo adecuado, puede que si para alguien ajeno a la banda, que pudiese ver el concierto desde fuera, con capacidad para poder hacer una crítica objetiva de nuestras aptitudes como músicos y como banda, con capacidad para hacer un análisis constructivo y  también deconstructivo de nuestras posibilidades de éxito o fracaso sobre los escenarios…pero ese no soy yo.

Cómo banda sólo podemos agradecer a todos los grupos, organizadores y, colaboradores, técnicos y asistentes al festival lo bien que nos sentimos en todo momento allí, arropados por la buena gente de Jerez y alrededores que se acercaron para hacernos pasar una noche inolvidable.

El lugar, la Sala Bereber, en pleno centro de Jerez, presentó una asistencia que se acercaba al lleno y eso sólo hizo mejorar nuestras sensaciones sobre el escenario, que fueron en todo momento magníficas. Es difícil para una banda de 8 tipos que todo ruede sobre el escenario, a veces no podemos escucharnos todos, sólo intuirnos…pero si al acabar el show todos estamos sonriendo…es que la cosa ha ido muy, pero que muy bien. Fueron apenas 40 minutos de concierto, quizá la única nota negativa de la noche porque tuvimos que recortar más que nadie y eso dejó un sabor en cierto modo agridulce. Aún así, todos rompimos a sudar desde el minuto uno, dándolo todo y tratando de mover a la gente hasta que no pudiesen más. Carlos saltando, danzando y agitando en todo momento al público tuvo más protagonismo que nunca debido a que el escenario era estrecho y el resto de la banda quedaba detrás de el, pero eso no afectó en nada al espectáculo. Pak Zero al bajo no dejó de bailar y desgañitarse a los coros junto a Fede y Wawe, guitarra y percusión, formando los tres una especie de máquina del ritmo bien engrasada, a la que daba contundencia la soltura baquetera de amaro a la batería. Chus a la trompeta, Ernest «Henryway» al saxo y Búho Moreno a la guitarra se encargaron de arreglar, solear y amenizar la velada con elegantes solos y estrechos ropajes.

Una gran noche…y para muestra estos botones.